El arte, una inversión

La ampliación del Mamm aumenta la riqueza de la oferta cultural, en cantidad y calidad, a nuestra gente y a los visitantes. Una gran ciudad debe tener, claro que sí, un museo capaz de representarla.

Medellín muestra desde hace más de una década una capacidad notoria de insertarse en la industria cultural: conciertos y artistas en escalas internacionales, ferias y congresos afines al entretenimiento y la cultura, pero tiene mucho por trabajar y crecer en el estímulo, la práctica y la presentación de manifestaciones como la pintura, la escultura, el cine y el teatro. El renovado Museo de Arte Moderno de Medellín (Mamm) abre múltiples posibilidades en esa dirección.

Sus directivas resaltan que la ampliación física, en cuanto a la cantidad y la calidad del espacio disponible, tiene un significado mucho más integral: no solo “el hecho caprichoso de crecer en metros cuadrados”, sino el reto del “crecimiento de un proyecto cultural” para la ciudad y el Valle de Aburrá.

Desde hoy en la tarde se abrirán los 9 mil 910 metros cuadrados que podrá disfrutar el público en adelante. En el Mamm saben que el reto será mantener y mejorar la calidad de las actividades culturales, en especial en lo que dice su nombre: contemporáneas. Allí deben confluir, cuidadosamente curadas, seleccionadas y expuestas, todas aquellas expresiones creativas de los nuevos tiempos, en especial los de una urbe en una fascinante introspección de su pasado y presente, tan intensos y diversos. Esa Medellín polifacética y tremenda que ha sido capaz de irse redescubriendo y reinventando, y que supera la estrechez y la intolerancia de otros años.

Y el Mamm debe tener por objetivo convertirse en un lugar apropiado, versátil e integrador. Tanto por lo que puede aportar respecto de la revolución cultural que vive Medellín en todos los órdenes y niveles de su vida urbana, como por la potente proyección nacional e internacional de la ciudad que le cabe al Museo para exhibir “la obra actual de propios y extraños”.

Su directora María Mercedes González lo ha advertido: “El crecimiento además va a ser en la posibilidad de poner el museo a dialogar con otros entornos. Eso es muy importante no solo para el museo, sino para la escena artística”.

Decimos que el arte es una gran inversión, en el caso del Mamm, porque existe la certeza de que los 24 mil millones de pesos aportados por la municipalidad y los padrinos privados multiplicarán su valor en el tiempo, en la medida en que ayudan a forjar una ciudad capaz del rendimiento administrativo para su infraestructura, pero sobre todo capaz de generar un capital superior e intangible de renovación cultural y espiritual.

La expansión del Museo completa más el circuito de la oferta turística, cultural y de entretenimiento que Medellín comenzó con Parque Explora, sus edificios de tecnología e innovación en Ruta N, sus parques de Pies Descalzos y Los Deseos, la modernización del Jardín Botánico, el Museo de Antioquia y Plaza Botero, entre otras obras en tal sentido.